Sobre los temas

El costo de vida está por las nubes en la Florida. Como una inmigrante que pasó trabajando a lo largo de la escuela secundaria y la universidad con un salario mínimo, Debbie se postula para el Senado de los Estados Unidos porque sabe de primera mano que debemos hacer más para apoyar a los trabajadores floridanos que están pasando por dificultades. Desde aumentos en los costos de seguros, las viviendas y los seguros médicos, los precios están fuera de control y los floridanos han llegado a su límite. Peor aún, tenemos un senador, Rick Scott, que está completamente desconectado de los problemas reales que enfrentan tantas personas en la Florida. En el Senado, Debbie pondrá como prioridad la crisis del alto costo de vida. A diferencia de Rick Scott, ella se opone a aumentar los impuestos a la clase media. Debbie también apoya invertir en capacitación vocacional y de empleo para crear oportunidades para que los floridanos establezcan carreras sólidas.

Debbie sabe que para muchos floridanos la atención médica cuesta muchísimo y ofrece muy poco, y los costos siguen aumentando. Como Decana Asociada de la Facultad de Medicina de FIU, Debbie trabajó arduamente para expandir el acceso al seguro médico a miles de floridanos, un tema que la inspiró a postularse para un cargo público. Debbie apoya garantizar que los floridanos tengan acceso a atención médica asequible y de alta calidad para que ningún floridano tenga que preocuparse por buscar la atención que necesita y tener que pagar costos astronómicos por su medicina. Debbie patrocinó una legislación para ampliar el Medicare y reducir el precio de los medicamentos. Mientras el senador Rick Scott redactó el plan para recortar el Medicare y dijo este año que apoyaría la revocación del “Obamacare” privando de atención médica asequible a más de 3 millones de floridanos, incluidos aquellos con condiciones preexistentes. Rick Scott también se opuso al “Inflation Reduction Act,” que impide que las compañías farmacéuticas aumenten los precios de medicamentos que salvan vidas, como la insulina.

Debbie sabe que para que nuestras comunidades sean más seguras, debemos tomar medidas para enfrentar la violencia a causa de las armas de fuego. Además de apoyar a nuestros agentes policiales y garantizar que tengan los recursos que necesitan para mantener nuestras comunidades seguras, Debbie reconoce que los legisladores también deben hacer su parte para ayudar a mantener seguros a los floridanos. La lucha para poner fin a la violencia a causa de armas de fuego es profundamente personal para Debbie. Con solo 24 años, Debbie perdió a su padre a causa de la violencia armada y desde entonces ha sido una defensora dedicada a la expansión de las leyes de seguridad relacionadas con las armas de fuego. En el Congreso, Debbie se desempeñó como vicepresidenta del “House Gun Violence Prevention Task Force” y como miembro del comité Judicial y ayudó a aprobar una legislación histórica en la Cámara para ampliar las verificaciones de antecedentes en todas las ventas de armas y cerrar lagunas en las leyes de armas de Estados Unidos que ponen en riesgo a las víctimas de abuso doméstico. Debbie también trabajó para aumentar las inversiones constantes y a largo plazo en programas comunitarios de intervención contra la violencia pero políticos egoístas como Rick Scott continúan jugando con la política en Washington y poniendo priorizando el lobby de las armas antes que la seguridad de las familias de Florida.

Debbie sabe que la decisión de terminar un embarazo es una decisión que debe tomarse entre la mujer, su familia y su médico, no entre políticos extremistas que quieren criminalizar a los proveedores de atención médica. Sabe que las prohibiciones del aborto que se han aprobado en todo el país, incluida la decisión radical de prohibir el aborto después de las seis semanas en la Florida, están poniendo en riesgo la vida de las mujeres al aumentar el riesgo de mortalidad materna y, en última instancia, privándolas de sus libertades fundamentales. Como madre de dos hijas, Debbie está comprometida a luchar para proteger el derecho de cada mujer de tomar la mejor decisión para ella misma. Mientras tanto, el extremista Rick Scott patrocinó una prohibición nacional del aborto en el Senado y apoyó con entusiasmo la prohibición del aborto después de las seis semanas en la Florida, antes de que la mayoría de las mujeres sepan que están embarazadas. Debbie confía en los floridanos, no en Rick Scott, para tomar sus propias decisiones sobre su atención médica.